Reclamos Castrenses, voceros rabiosos

Por Prensa Peruana

Por: José Alejandro Godoy

La semana pasada, oficiales en retiro de las Fuerzas Armadas, así como familiares de miembros en actividad de estas instituciones, se manifestaron en la puerta de la Comandancia General del Ejército exigiendo que se aumenten los sueldos de los miembros de las instituciones castrenses y que no se elimine la Caja de Pensiones Militar Policial, a la que el Ministerio de Economía y Finanzas parece querer liquidar, luego de comprobar que cualquier salvataje en su favor no la salvaría de lo que es una situación insostenible desde que el montesinismo hizo de la misma su caja chica.

Esta situación viene siendo aprovechada por dos medios de comunicación para continuar ahondando una brecha entre civiles y militares. Tanto los diarios Expreso y La Razón – sobre todo, este último – culpan a lo que ellos denominan “izquierda caviar” – membrete en el que pueden poner incluso hasta a Mario Vargas Llosa – de querer eliminar a las Fuerzas Armadas, como parte de un complot destinado a permitir la vuelta de Sendero Luminoso. Para ello, han enlazado que los técnicos de los sectores Defensa y Economía que vienen discutiendo el tema de las pensiones de militares y policías tienen “similar ideología” que organizaciones no gubernamentales que han impulsado procesos a oficiales por violaciones de los derechos humanos, lo que sería un arma contra la subversión y una venganza por haber pacificado el país de la amenaza comunista.

A ello suman su protesta por el reciente anuncio del Ministro de Defensa sobre la conformación de una comisión institucional para contemplar la reforma de la educación castrense. Y aunque el grupo de trabajo es conformado por funcionarios del MINDEF y los directores de educación de cada uno de los institutos armados, estos medios y voceros oficiosos de un sector supuestamente pro militar ponen el grito en el cielo, pues consideran que este podría ser el paso final de los “caviares” para cambiarles el disco duro a las Fuerzas Armadas y convertirlas en poco menos que una gendarmería que no hará nada ante la amenaza chilena o un rebrote senderista.

En realidad, este tipo de comentarios lo que pretenden es dejar las cosas tal como están en los institutos armados. Esta fue la misma campaña que los mismos medios emprendieron contra el ex Ministro Allan Wagner, hasta que lograron su salida con la complacencia presidencial y de algunos altos mandos castrenses. Y con ello se elimina cualquier posibilidad de control civil sobre los institutos armados que impida que se conviertan en lo que fueron en las últimas décadas: instituciones en las que primó el poco respeto por la democracia, los derechos humanos y la falta de probidad en el uso de los recursos públicos. Lo peor es que las Fuerzas Armadas se deterioraron a tal punto que estas cuestiones comenzaron a formar parte del sentido común de la cultura militar.

Lo curioso es que el discurso de estos medios es que, con ello, se defienden a las Fuerzas Armadas. Rara forma de demostrar el cariño a una institución y a sus integrantes. Justamente, cuando las reformas constituyen la mejor manera de que el país avance y la calidad de vida de los militares mejore. Y lo peor es que, para conseguir sus fines, se miente descaradamente.

Si Grau y Bolognesi los vieran…